Mi primera entrada es una salida. Un último recurso. La pista enzarzada que alguien encuentra, después de haber caminado durante un tiempo inconcreto aunque largo, y decide adentrarse en ella sin apenas hoz. Mi primera entrada no es más que una boya en el mar adonde regresan todos los puertos. No hay peor compañía que uno mismo, se me ocurre. Y no sé si estoy en lo cierto. Acumulo lejanías como quien siembra un campo con canicas y espera que crezca en él su propia infancia. Nunca llegarás a nada, me dijo hace tres décadas una persona cercana a mí. Llevaba razón. Jamás he querido llegar a nada, y menos para quedarme. Con este espíritu afronto la andadura por Vosotros no tenéis la culpa: con la luz adecuada y el tiempo justo y el sonido perfecto; con la intención de darme a pequeños sorbos. De ofrecerme en dosis muy bajas y lentas por si alguien, alguna vez, en algún sitio, quisiera leer lo que escribo; ver lo que soy (cuánto soy). Mi primera entrada en este blog es una puerta de salida. «Soldados, vosotros no tenéis la culpa. Apuntad bien. ¡Viva la Escuela Moderna!», cuentan que fueron las últimas palabras de Francesc Ferrer i Guàrdia, acalladas por los fusiles que en ese momento mataban su cuerpo sin poder hacer lo mismo con sus ideas. “Lectores, vosotros no tenéis la culpa. Apuntad bien”, podría decir yo. Y acaso lo haga. Os dejo el fragmento con el que arranca mi último cuaderno:


«En el momento en que escribo esto, veinticinco de agosto de dos mil dieciocho, las únicas entradas en Internet para la palabra “Xallas” aluden al río que nace en Santa Comba y muere —después de algo más de cincuenta y siete kilómetros— en el océano Atlántico, y a la comarca que lleva su nombre. Ambos en A Coruña, Galicia. También encuentro un par de sitios que se refieren a una empresa de embalajes y a otra de granitos, las dos en la misma zona. Y aun otro del Xallas FC, equipo de fútbol de la localidad de Santa Comba que juega en la liga Preferente Galicia Grupo Norte. Tengo que decir que no pasé de la primera página, porque Internet me aturde; así que no es descartable que haya más resultados para la palabra “Xallas”.»



de Rehén (2019)


Comentarios

  1. Que bé poder-te llegir per aquí. Benretrobat, Manel.

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  2. Gràcies, Biel.

    Espero sortir-me'n.
    Suposo que el meu amor a la literatura i al pensament lliure i individual ha passat per sobre de la reticència que sempre he tingut (i encara tinc) cap a les xarxes socials i als éssers virtuals.

    Salut!

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  3. "Acumulo lejanías como quien siembra un campo con canicas y espera que crezca en él su propia infancia".

    La tierra yerma, el erial, con su seno preñado de recuerdos de una infancia que ya no será. Y, sin embargo, ¿qué importancia tiene ya, más allá del lenguaje preciso, de una belleza extrema, que nos ofrece el escritor?

    Enhorabuena y muchas gracias por estar remando entre las olas de este océano virtual.

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  4. Gracias, Keanix.

    Somos lenguaje (así lo entiendo yo, al menos), y en él tenemos la oportunidad de salvarnos. Matizo: Soy lenguaje, y me salvo en el lenguaje. Mis idiomas me ofrecen las herramientas para que así sea; unos remos, por ejemplo.
    "Salvar-se en la paraula", decía uno de mis escritores preferidos: Miquel Àngel Riera.

    ¡Salud!

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